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¿Son verdad los mitos sobre el repostaje?

El repostaje de nuestro coche es una de las acciones más cotidianas y, al menos a priori, más sencillas, pero sorprendentemente, aún parece esconder dudas y mitos de todo tipo.

¿Merece la pena repostar más temprano?

Siempre se ha pensado que, al repostar más temprano, el combustible está más frío y esto supone una mayor masa de combustible. Pero la realidad es que, para que la variación de temperatura sea realmente perceptible, debería existir una diferencia de aproximadamente 20 grados, lo que produciría una variación de volumen del 2,6% en la gasolina y del 1,7% en el diésel.

Es importante recordar que los tanques en los que se almacena el combustible en las estaciones de servicio son tan grandes que la temperatura permanece estable durante todo el día, con lo que una posible fluctuación es prácticamente imposible.

La espuma que se produce al repostar, ¿se paga?

La espuma que se observa en el repostaje, especialmente en el caso del diésel, se produce cuando el combustible se mezcla con aire en el boquerel y en la toma de combustible. Por ello, cuando el combustible pasa por el medidor volumétrico del surtidor es completamente líquido, sin ningún tipo de espuma, por lo que solo se abona el importe del carburante medido sin aire y sin burbujas.

¿Son tóxicos los vapores que emanan los combustibles?

La respuesta es un rotundo sí, aunque es prácticamente imposible que se puedan llegar a inhalar en el repostaje. Todas las estaciones de servicio modernas cuentan con un sistema de aspiración de vapores que se pone en marcha en el momento en el que se descuelga la manguera. ¿Cómo es perceptible la entrada en funcionamiento de este sistema? Si al tomar la manguera del surtidor comienza a sonar un fuerte sonido, es síntoma de su activación.

Este sistema anti-vapores es parecido a un aspirador que succiona todos los vapores alrededor de la punta del boquerel y que los manda de nuevo al tanque, por lo que los usuarios siempre permanecen a salvo de ellos.

Si se “escurre” bien la manguera se aprovecha todo el combustible pagado

Es cierto que no dejar que el boquerel gotee es una costumbre a tener en cuenta para evitar que la carrocería del coche se manche y pueda sufrir daños por el combustible derramado, pero ello no afecta a la cantidad de combustible que se sirve en el repostaje.

El boquerel incorpora una válvula anti-retorno que solo permite surtir combustible si tiene la suficiente presión, y que impide a su vez la entrada de aire. El resultado es que la manguera siempre contiene combustible, aunque no salga por el boquerel. Una vez que se alcanza el importe programado, la bomba que da presión al combustible se detiene, por lo que solo se podrá recuperar una cantidad mínima que corresponde al residual en el boquerel.

Las gasolineras “low cost” venden combustible de baja calidad

Este es uno de los mitos más repetidos, y con menor base real. Todos los combustibles que se comercializan en España proceden de los depósitos que la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) posee en toda España, por lo que la calidad bruta del combustible está garantizada.

Sí es cierto que muchos operadores “low cost” compran directamente sus combustibles a las grandes petroleras, por lo que la diferencia de precio proviene, en ocasiones, simplemente por la ausencia de una gran flota de camiones de distribución, como sí tienen las grandes operadoras.

En algunas ocasiones, la diferencia también puede venir por el paquete de aditivos que añade, ya en la estación de servicio, cada marca. Estos aditivos se añaden para mejorar las características del combustible base, pero la diferencia de rendimiento no debe ser, en ningún caso, tan evidente como para que el usuario lo perciba en su día a día.

Ranking de coches que menos consumen 2021

Si buscas un coche con bajo consumo, te ofrecemos un listado de los menos sedientos del mercado. Notarás un ahorro en los costes de utilización y, además, ayudarás a reducir las emisiones de CO2.

Uno de los factores a los que hay que prestar atención antes de comprar un coche nuevo es su consumo. El precio de los carburantes es cada vez más elevado, lo que incrementa el coste de utilización del vehículo.

Por ello, los coches que menos consumen son los que acaparan las miradas de muchos compradores, para los que factores como la economía, la utilidad, la practicidad y el cuidado por el medio ambiente son más importantes que nunca.

Los fabricantes caminan hacia un consumo y contaminación inferior, sobre todo, por cumplir con la normativa respecto a las emisiones CO2 impuesta por la Unión Europea para 2021.

Según esta normativa, la media de emisiones de los coches vendidos por cada fabricante no pueden superar determinados niveles, por lo que los fabricantes buscan crear modelos menos sedientos, pero igual de eficientes, como los microhíbridos, los híbridos eléctricos, los híbridos enchufables, los que usan gasolina GLP o GNC y, como no, los eléctricos.

Estos son los coches que menos consumen de 2020:

Opel Corsa 1.5D

Este modelo está disponible en distintas versiones, pero sin duda, el más eficiente es el que cuenta con motor 1.5 litros turbodiésel de 100 caballos. Para reducir los consumos incorpora también catalizador SCR con inyección AdBlue y trampa de Nox al que se le suma un filtro de partículas diésel que hacen que el consumo se reduzca a los 4 litros a los 100 kilómetros.

Renault Clio Blue dCi

Está equipado con un motor de 4 cilindros turbo de inyección directa de 1.5 litros. Este cuenta con dos versiones una de 85 y otra de 115 caballos que consiguen consumos medios similares. La eficacia del motor lo sitúa en un consumo de combustible de 4,1 litros a los 100 kilómetros.

Toyota Corolla

Cuenta con dos versiones en las que combina motores de gasolina, una de ellas más eficiente, que cuenta con un motor 1.8 de 122 caballos que consume tan solo 4,3 litros a los 100 kilómetros. Esto hace que el modelo de la marca sea uno de los más eficientes del mercado.

Dacia Sandero Blue dCi

Es uno de los mejor valorados de la marca filial del grupo Renault. Este modelo cuenta con un motor diésel de 95 caballos que consume tan solo 4,5 litros a los 100 kilómetros. Además, a pesar de contar con un motor íntegramente de combustible, sus emisiones de CO₂ se sitúan en los 98 gramos por kilómetro.

Toyota C-HR Hybrid

Es uno de los modelos más vendidos de Toyota gracias a su consumo y diseño. El motor con el que cuenta es heredero del Prius y la combinación del propulsor a gasolina y su motor eléctrico logran una potencia de 122 caballos. Su consumo medio se haya en los 4,7 litros a los 100 kilómetros.

Lexus CT 200h Eco

Cuenta con un motor de cuatro ciclos y otro eléctrico que le dotan de una potencia total de 136 caballos. El consumo medio de este modelo es uno de los más eficientes del mercado ya que es de 4,8 litros a los 100 kilómetros de media.

Kia Niro 1.6 HEV

Está equipado con un motor de 4 cilindros de gasolina 1.6 GDi que se combina con otro motor eléctrico que le permite una potencia total de 141 caballos. El consumo de este modelo se sitúa en los 4,8 litros a los 100 kilómetros.

Suzuki Celerio

Diseñado para ser conducido por ciudad gracias a su pequeño tamaño y su peso reducido. A pesar de ello, es espacioso y conlleva grandes resultados en cuanto a consumo medio. Este se sitúa en los 4,8 litros a los 100 kilómetros, algo que consigue gracias a su pequeño motor de 3 cilindros de gasolina de 1.0 litros y un total de 68 caballos.

Suzuki Ignis 1.2 Mild Hybrid

Es un modelo completo con gran equipación y que cuenta con una versión que incluye tracción integral. Es pequeño y manejable, ideal para moverse por ciudad y su carrocería está basada en los modelos SUV. Su motor de 1.2 litros turbo de 4 cilindros de gasolina se completa con un propulsor mild hybrid de 90 caballos. Su consumo medio se sitúa en los 5,2 litros a los 100 kilómetros.

Lexus UX 250h 4×2 Eco

Cuenta con motor híbrido de cuarta generación, el Lexus Hybrid Drive equipado con 4 cilindros 2.0 que junto a su motor eléctrico le proporcionan un total de 184 caballos. El consumo de la marca de lujo de Toyota se sitúa en los 5,3 litros a los 100 kilómetros.

Así es el ‘e-fuel’, el combustible sostenible que utilizan dos de los coches españoles del Dakar

Quedan apenas tres días para que finalice el Rally Dakar 2022 y se conozcan los ganadores de la carrera de motor más exigente del mundo. Sin embargo, hoy por hoy, dos de los coches que han competido en esta edición ya parecen haberse subido al podio de la sostenibilidad. Se trata de los vehículos presentados por el Astara Team, el equipo español compuesto por los pilotos Jesús Calleja y Óscar Fuertes.

Los dos coches se alimentan de e-fuel, un combustible neutro en carbono que se postula como una de las alternativas limpias para la movilidad del futuro. Conocido también como combustible sintético, el e-fuel se obtiene de combinar químicamente hidrógeno y dióxido de carbono (CO₂) capturado del aire, lo que da lugar al metanol, un carburante líquido similar al que estamos acostumbrados.

Ahora bien, que la fuente energética principal no sea de origen fósil –como en la gasolina– no significa que el proceso esté siempre libre de emisiones de gases de efecto invernadero. “Eso dependerá de cómo se extraiga el hidrógeno”, explica David Cebon, profesor de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Cambridge y miembro de la Coalición para la Ciencia del Hidrógeno.

Tal y como recuerda el experto, existen diferentes maneras de conseguir el gas hidrógeno, que pese a ser el elemento más abundante de la naturaleza suele encontrarse unido a otros elementos formando un compuesto químico. En la actualidad, el método más utilizado –y el más económico– es el del reformado de combustibles fósiles como el gas natural, una técnica poco respetuosa con el medio ambiente, ya que requiere desde el inicio el uso de hidrocarburos.

Hay una alternativa: el hidrógeno azul, que es aquel que se obtiene a partir de fuentes fósiles, pero del que se captura el carbono emitido. No obstante, está lejos de ser un proceso 100% libre de emisiones. De hecho, según señala la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), en el mejor de los casos, las tecnologías empleadas sólo son capaces de capturar entre un 85% y un 95% del CO₂. Esto significa que entre el 5 y el 15% acaba por filtrarse a la atmósfera.

“A eso hay que sumarle que durante el proceso se expulsan grandes cantidades de metano, un gas de efecto invernadero cerca de 86 veces más potente que el CO₂ durante sus primeros años de vida y que, según los últimos estudios, es responsable del 25% del aumento de la temperatura global”, detalla Cebon.

¿El hidrógeno más sostenible? El que procede de fuentes renovables. “Lo normal cuando hablamos de e-fuels es que se use el hidrógeno verde, que se consigue a través de la electrólisis del agua, un proceso por el que se descomponen las moléculas de agua (H₂O), en oxígeno (O2) e hidrógeno (H2) con energía eléctrica”, explica Cebon. Y matiza: “Para que el combustible sea realmente sostenible esa electricidad tiene que proceder de energías limpias, como la eólica o la solar”.

Ahora bien, ni siquiera estos carburantes sostenibles están exentos de problemas. El principal es el excesivo gasto energético asociado al proceso de obtención del hidrógeno verde, ya que se necesita una enorme cantidad de electricidad renovable para un proceso donde se pierde cerca del 35% de la energía, según datos de IRENA. Además, durante toda la cadena valor (transporte y almacenaje) también se desaprovechan cantidades significativas de energía.

“Es ineficiente y hasta tres veces más caro que utilizar la electricidad desde el principio”, señala Cebon. Y eso que la iniciativa Hydrogen Council calcula que los costes de la electrólisis –y, por tanto, de la producción de hidrógeno renovable– han disminuido un 60% desde 2010. “Hoy en día, es mucho más barato, eficiente y escalable electrificar los coches directamente que apostar por el e-fuel”, aclara el experto, que sí ve viable el empleo de los combustibles sintéticos en otras formas de transporte, como la aviación.

¿El motivo? Que se puede utilizar en los aviones ya disponibles. “El sector de la aviación es uno de los más difíciles de descarbonizar, y como no podemos permitirnos desarrollar toda una tecnología nueva de la noche a la mañana para hacer aviones eléctricos, sustituir los combustibles fósiles por otros sostenibles como los e-fuels es la mejor manera de reducir las emisiones”, argumenta Cebon. Y confiesa que la electrificación está lejos de ser perfecta.

Su principal desventaja es que cuanta más capacidad energética y mayor autonomía se requiere, mayor debe ser el peso de las baterías eléctricas, lo que se convierte en un problema para vuelos de larga duración y para vehículos como los que compiten el Dakar.

De ahí que una de las grandes apuestas de la Unión Europea para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del continente en un 55% para 2030 (en comparación con los niveles de 1990) sea la de incrementar el uso de combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés).

En concreto, la Comisión Europea propone, según se recoge en el paquete de medidas Objetivo 55, que los distribuidores de combustibles de los aeropuertos europeos ofrezcan gradualmente –un 5% en 2030 y un 32% en 2040– una mayor cantidad de e-fuels y reducir así la huella de carbono de uno de los sectores que más ha aumentado sus emisiones en las últimas décadas.

Fuente: El Español

5 trucos para ahorrar de verdad con un coche gasolina

El momento actual que, lamentablemente, nos ha tocado vivir nos lleva a buscar nuevas soluciones que permitan ahorrar en todos aquellos gastos diarios. Esto incluye también al coche, especialmente con los precios de los combustibles en máximos históricos. Por ese motivo, hoy te traemos 5 trucos para ahorrar de verdad con un coche de gasolina.

La lista incluye cinco recomendaciones que te permitirán reducir el consumo de gasolina y, por supuesto, el sobrecoste que supone llenar el depósito mes tras mes. Estos trucos te permitirán aumentar la autonomía por depósito y, por supuesto, prolongar los intervalos de repostaje. Más kilómetros por el mismo precio, esa es la clave para ahorrar de verdad con un coche gasolina.

Cuidado con las gasolineras low-cost

El primero de estos trucos tiene que ver con las gasolineras low-cost. Sus precios son más atractivos que los de estaciones de servicio de marcas mucho más conocidas, pero esto se justifica de dos formas diferentes: en muchos casos por la ausencia de personal (no hay que pagar sueldos) y, en otros, por prescindir de algunos aditivos en el carburante que sí ofrecen otras gasolineras.

Este último punto también puede significar que el ahorro al llenar el depósito se vea reflejado en que la gasolina es menos eficiente en la combustión, aumentando el consumo y reduciendo la autonomía, lo que provocará que tengas que pasar más a menudo por el surtidor.

El mantenimiento siempre al día

Otro de los trucos está relacionado con el mantenimiento de tu vehículo. De nada sirve intentar ahorrar combustible si tu coche necesita filtros nuevos y un cambio de aceite. Estos componentes en mal estado pueden aumentar el consumo, por lo que no verás resultados y, además, comprometerás la fiabilidad del vehículo.

Recuerda cumplir con los intervalos de mantenimiento establecidos por el fabricante. De este modo, no solo ahorrarás en combustible, sino que podrás evitar una posible avería con su correspondiente factura de reparación.

Anticípate a cualquier imprevisto en la carretera

Una vez te pongas al volante, un truco para ahorrar de verdad con un coche gasolina (también aplicable diésel, híbridos o eléctricos) es anticiparte a cualquier imprevisto de la carretera. Los expertos aseguran que frenar aumenta el consumo y, aunque parezca un sinsentido, en realidad se refiere a que si tienes que frenar es que no has soltado el pedal del acelerador con suficiente antelación.

Por ejemplo, guarda una mayor distancia con los vehículos que te preceden. Si conoces la carretera, levanta el pie del acelerador con tiempo cuando te aproximes a una rotonda o una intersección, ya que la propia inercia mantendrá el coche en movimiento. Siempre que levantes el pie del acelerador, el consumo será igual a cero, y será ahí cuando realmente estés ahorrando.

Mejor con las ventanillas subidas

La aerodinámica de un vehículo juega un papel fundamental en el consumo de combustible. Por ese motivo, los ingenieros trabajan para ofrecer superficies aerodinámicas en los coches y, si circulas con las ventanillas bajadas o viajas con un cofre de techo o una baca, estarás alterando el flujo de aire, creando resistencia aerodinámica y, por consiguiente, aumentando el gasto de gasolina.

Siempre que sea posible, circula con las ventanillas subidas y utiliza el climatizador de tu coche para regular la temperatura. Lo mismo se aplica a cofres y bacas de techo. Si no vas a transportar nada, déjalo en casa. Tampoco circules con el maletero cargado si no es necesario, ya que el peso extra dispara el consumo.

Presta atención a los neumáticos

Por último, presta atención a los neumáticos. Pueden parecer los grandes olvidados en eso de ser eficiente al volante, pero en realidad son casi tan importantes o más como la parte aerodinámica.

No solo debes asegurarte de que están en buen estado y por encima del límite mínimo de 1,6 mm de profundidad en la banda de rodadura que determina su desgaste, sino que también debes revisar periódicamente las presiones para circular siempre con la adecuada.

Si es más baja, aumenta la superficie de contacto del neumático con la carretera, incrementa la resistencia al avance y, por consiguiente, necesitarás más gasolina para acelerar o mantener una velocidad constante.

Fuente: Autobild

Soplan vientos favorables para la industria del vehículo de ocasión

Vivimos tiempos en los que el concepto de segunda mano adquiere una nueva dimensión. El reciclaje y la renovación cobran protagonismo en un entorno de sostenibilidad. Acceder a un producto de calidad a un precio menor que si fuera nuevo proporciona beneficios, tanto económicos como medioambientales, e impulsa un modelo de consumo más responsable que está calando en muchos sectores de actividad. El más paradigmático es la industria de teléfonos móviles. Para poder disponer de un dispositivo con más memoria interna y más RAM, elegimos uno no ya de última generación sino, tal vez, de penúltima, pero por un precio que no impacta tanto en nuestras finanzas, permitiéndonos renovarlo antes de lo que haríamos comprando uno nuevo, que quizás para poderse amortizar, acabaría estando obsoleto. Esta tendencia es cada vez más palpable en el sector automovilístico.

Tradicionalmente, el mercado de coches de ocasión ha sido una apuesta segura para los consumidores que buscan precios asequibles, a lo que ahora se suma el factor sostenibilidad. En el último año, en parte como consecuencia de la crisis provocada por la pandemia, la concienciación sobre las ventajas de la economía circular ha ido ganando fuerza. Si bien, en enero de este año se registraron las peores cifras de matriculación de coches nuevos desde 1989, las ventas de coches usados llevan varios meses al alza, aumentando en marzo de este año un 65% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de Faconauto. Un dato positivo, tanto para el sector como para el planeta, si se tiene en cuenta el impacto medioambiental que supone fabricar un coche nuevo: las emisiones de CO2, los minerales utilizados para la carrocería del vehículo y el motor, las químicas utilizadas para fabricar el plástico, la pintura o el cristal de las ventanas. No en vano, según un estudio del Low Carbon Vehicle Partnership, el proceso de fabricación de un coche de gasolina corresponde al 23% de la huella de carbono generada a lo largo de todo su ciclo de vida.

Pero no nos engañemos, en la balanza entre nuestra sensibilidad por cuestiones medioambientales y nuestras finanzas, el factor económico sigue teniendo un peso relevante. De acuerdo con el informe de la Asociación de Fabricantes de Automóviles Europeos, a pesar de las recomendaciones de cambiar de coche cada 10 años, la vida media de un vehículo en España aumenta hasta los 12,7. Nuestro parque automovilístico es antiguo, en gran medida, debido al precio que desembolsamos para adquirir uno nuevo, una media de 22.360 euros, cantidad que cuesta amortizar. La crisis económica ha impactado en el consumo y ha llevado a los bancos a endurecer las condiciones de crédito, dejando la compra de un coche nuevo fuera del alcance de un buen número de españoles, y creando una oportunidad para el segmento de coches de ocasión, como alternativa más asequible.

Si se tiene en cuenta que nada más salir del concesionario un automóvil pierde alrededor del 18% de su valor y registra una depreciación adicional de alrededor del 10% anual durante sus seis primeros años de vida, podemos llegar a la conclusión de que el destino de un coche de más de doce años es la chatarra. Esta es una de las razones de la tendencia al alta del vehículo de ocasión, parece inteligente pensar en opciones como la adquisición de un coche con apenas dos años de antigüedad y venderlo dos años después, manteniendo el 40% de su valor inicial. Y si a ello le añadimos que la oferta de este tipo de vehículos con este rango de edad –y en buen estado porque antes han sido utilizados en leasing, con un buen mantenimiento, y posteriormente reacondicionados para venderse en casi perfecto estado–, nunca ha sido mayor, parece una mejor inversión. Mejores condiciones, menos contaminantes y, en definitiva, más sostenibles a largo plazo.

Por otro lado, en el último año, el sector también se ha visto afectado por un cambio en la mentalidad de los más jóvenes respecto a la utilidad de disponer de un vehículo privado, en parte por la seguridad que ofrece para viajar desde una perspectiva sanitaria. De hecho, según un estudio realizado por CarNext el pasado mes de noviembre, el 68% de los mileniales afirmó que el menor riesgo de contraer el Covid-19 era una de las principales razones por las que utilizarían un coche en vez del transporte público. Y estamos viendo que esta preferencia por el coche privado, aunque se haya visto impulsado por la pandemia, no es sólo un cambio coyuntural. Según un estudio más reciente que hemos realizado en seis países, entre ellos España, el 78% de los mileniales esperan seguir utilizando su propio coche con mayor frecuencia incluso después de la pandemia.

En los últimos años ya habíamos visto un cambio de tendencia en la utilización del coche gracias a la proliferación de servicios como el carsharing, que contribuían a fomentar la economía circular y situaban en un segundo plano el tener un coche en propiedad. La pandemia ha trastocado el avance del carsharing, si bien no ha alterado el deseo de los conductores de que su automóvil sea un reflejo de su personalidad. El mercado de coches de ocasión ha sabido readaptarse para estar a la altura de la demanda de esta nueva generación que valora el ahorro económico y la sostenibilidad. ¿Acabaremos cuadrando el círculo, regresando al afán de la propiedad, pero con el valor añadido de que el consumo se vuelve también más circular?

Javier Collazos es Director General de CarNext España

Fuente: https://cincodias.elpais.com

Los carburantes alcanzan su máximo anual para la ‘operación escapada’

Los precios de los carburantes han alcanzado su nivel máximo desde junio de 2019. El final del estado de alarma está volviendo a reanimar el consumo de hidrocarburos. De hecho, Cepsa ha vuelto a poner en producción todas las unidades de su refinería de Huelva y retirado el Erte que mantenía en dicha planta. Para este fin de semana se espera un incremento notable en los desplazamientos por carretera una vez que se han levantado las restricciones para la movilidad entre comunidades autónomas tras casi ocho meses en los que este tipo de desplazamiento ha estado limitado.

Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio del gasóleo se sitúa de media en estos momentos en España en los 1,34 euros por litro, mientras el precio de la gasolina alcanza ya de media los 1,19 euros. De este modo, prosigue el incremento constante que se ha registrado en los postes de las estaciones de servicio en lo que va de año. Únicamente la semana del 22 al 29 de marzo y otra semana en abril se registró un leve descenso de los precios, que no habían dejado de subir desde que comenzó el año.

Los actuales precios de los carburantes mantienen un profundo diferencial con los registrados en este mismo mes el año pasado, en medio de las grandes restricciones de movilidad. Concretamente, el gasóleo se paga 27 céntimos por litro más caro (un 25,14%) y la gasolina 22 céntimos (un 22,35%) más caros.

En la misma semana de mayo de 2020, la gasolina remontaba dos céntimos después de haber marcado su mínimo anual la semana anterior, la del 4 de mayo de 2020. El gasóleo, por su parte, marcaba su mínimo anual, al bajar en la semana del 11 de mayo de 2020 hasta los 0,98 euros y su precio seguía bajando después de quedarse en la última semana de abril por debajo del euro, una cota que no superó hasta el 1 de junio de 2020.

Recordemos, por ejemplo, que en abril el petróleo llegó a cotizar a cero dólares ante la falta de capacidad para almacenarlo en Estados Unidos. Aun con esos descensos ocasionados por la caída de la demanda por la pandemia y los precios del crudo, los carburantes en mayo del año pasado no fueron los más bajos de la historia.

La gasolina se quedó en los niveles de marzo de 2016 y el gasóleo de abril de ese mismo año, en que un exceso de oferta y una demanda débil llevaron al petróleo a sus peores registros desde 2004, tal y como recoge Efe. En lo que llevamos de 2021, el precio promedio de la gasolina acumula una subida del 13,51% y el del gasóleo del 12,16%.

La gasolina ha subido un 2,21% en el último mes y el gasóleo el 1,7%, y la primera encadena cuatro semanas consecutivas de ascensos y el gasóleo tres, tras caer levemente en la semana del 12 de abril.

Pese a las subidas, los precios de estos carburantes siguen estando lejos de los máximos históricos que alcanzaron en septiembre de 2012, y la gasolina es actualmente un 11,7% más barata que entonces y el gasóleo un 17,02%.

La gasolina y el gasóleo de automoción marcaron su precio récord la semana del 3 de septiembre de 2012, cuando se situaron en 1,522 y 1,445 euros, respectivamente. Con los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros con gasolina cuesta 73,92 euros y con gasóleo 65,94 euros. Hace un año echar la misma cantidad de gasolina costaba 59,07 euros (14,85 euros menos que ahora) y si lo que se ponía era gasóleo 53,9 euros (12,04 euros menos).

 

Fuente: https://www.eleconomista.es/

Los precios de la gasolina y el gasóleo vuelven a niveles prepandemia

Atrás quedaron los tiempos en los que los precios de la gasolina y el gasóleo eran noticia por registrar mínimos históricos. Los últimos datos confirman que se está registrando un incremento constante, hasta el punto de que, a día de hoy, llenar el depósito cuesta casi lo mismo que antes de la pandemia.

Las cifras publicadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en base a la última actualización del Boletín Petrolero de la Unión Europea. muestran que el precio de los carburantes está volviendo a niveles prepandemia.

En la semana del 8 al 14 de marzo de 2021:

  • El precio del gasóleo registró un incremento del 0,85 % con respecto a los valores de la semana anterior
  • El precio de la gasolina aumentó un 0,68 %
  • El precio de la gasolina
  • Los precios registrados a principios de marzo mantienen la tendencia al alza de las últimas semanas. En enero de 2021, el precio medio de la gasolina 95 tanto en la Península como en Baleares se incrementó por segundo mes consecutivo (con respecto al anterior), hasta alcanzar los 1,223 euros por litro; un 2,6 %.

El precio de venta al público mantuvo una tendencia al alza a lo largo de todo mes. Así, el valor mínimo (1,203 euros por litro) se registró desde el día 1 al 3 y el máximo (1,237 euros por litro) al final del periodo analizado, desde el día 29 al 31. Los mayores incrementos diarios se produjeron los días 14 (+0,49 %), 8 y 12 (+0,41 %).

El precio del gasóleo

Para el diésel, el incremento en enero de 2021 el incremento registrado ha sido del 2,9 % con respecto al mes anterior, hasta 1,106 euros por litro.

El PVP diario del gasóleo A, igual que el de la gasolina 95, mantuvo una tendencia al alza a lo largo de todo el mes. Así, el valor mínimo (1,088 €/lt) se registró desde el día 1 al 3 y el máximo (1,118 €/lt) al final del periodo analizado, desde el día 22 al 25 y del 29 al 31. Los mayores incrementos diarios se produjeron los días 14 (+0,45 %), 8 (+0,37 %) y 12 (+0,36 %).

España, el tercer país con precios más caros de la UE
Estas cifras sitúan a España en el tercer puesto en el ranking de precios de la UE para gasolina 95; y en el décimoprimero para el gasóleo.

 

Fuente:https://www.autobild.es/

 

Cómo saber si necesito cambiar los airbags del coche

La seguridad en los vehículos ha mejorado con el paso del tiempo y con el avance de las tecnologías. Tanto que desde el pasado 2005 es obligatorio por ley que todos los modelos nuevos que salen al mercado cuenten con airbags, un dispositivo que en caso de colisión se infla automáticamente para amortiguar el choque contra los elementos más duros del coche, como el salpicadero.

Los airbags más habituales son los frontales, los laterales para la cabeza y los que protegen el tórax, aunque estos dos últimos pueden cumplir la misma función en un único dispositivo. También existen de cortina y de rodillas, pero estos modelos no son obligatorios.

Con la incorporación inicial de estos sistemas de seguridad se recomendaba, por parte del fabricante, su sustitución cada 10 o 15 años. Sin embargo, en los últimos vehículos que han salido al mercado esta necesidad desaparece ya que el material con el que están fabricados los nuevos airbags puede llegar a aguantar toda la vida útil del vehículo.

Así que, ¿cuándo es necesario sustituir los airbags del coche? Se pueden dar dos supuestos. El primero es que nuestro modelo de vehículo sea antiguo y, entonces, tengamos que calcular si han pasado los 10 o 15 años necesarios para la revisión y sustitución de estos amortiguadores.

El otro caso, según explican desde aseguradores como Mapfre y desde páginas especializadas, es si los airbags se activan. Una vez activados, estos dispositivos pierden su efectividad y no pueden ser reparados. Es decir, necesitan ser sustituidos por completo.

Un airbag nuevo puede costar alrededor de los 350 euros pero el gasto no queda ahí: hay que contar con renovar la centralita que regula su activación y con el cambio del cinturón de seguridad. En resumen, la reparación y sustitución puede llegar a costar unos 650 euros.

Desde hace unos años, los airbags no entran dentro de las revisiones del coche ya que se han hecho estudios en los que llegan a durar intactos durante más de 25 años. Sin embargo, es obligatorio cambiarlos si se han activado y muy aconsejable revisarlos según las indicaciones del libro de mantenimiento del coche, ya que se puede dar el caso (poco probable) de que algún modelo esté defectuoso.

Fuente: https://www.20minutos.es/

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